El panorama musical independiente en Chile, ha vivido un alza importante los últimos años, siendo la diversidad de propuestas y el carácter autogestionado de la escena, factores relevantes de una revolución a puertas abiertas. Desde el Indie Pop, pasando por la herencia guitarrera de los noventa, cada corriente tiene su espacio en el siempre egoísta circuito nacional, siendo Slowkiss uno de esos nombres a considerar. Si The Cliff, su primer Ep nos entregaba verdaderos himnos Ultraviolet traspasa sus energías en algo todavía más arriesgado y enérgico.
El sonido de Slowkiss se puede definir como algo vibrante y adrenalinico, con cierta nomenclatura de momentos ligados al Rock alternativo de los años 90. A medio camino entre el Punk y el underground, yace la fortaleza de una banda con aires de grandeza emocional, y el empeño necesario por rescatar ciertas ideas pérdidas entre lo que pudo ser la movida alternativa en Chile en los 90, y la libertad creativa actual.
Los puntos altos en Slowkiss no sólo nacen a través de sus canciones, sino que también se ven impulsados por la importancia de sus integrantes. Ultraviolet es la muestra de que el imaginario de la guitarrista y vocalista , llega tanto a las radios como a la intimidad de una alcoba, unido a la potencia de Vicky Cordero en los bajos y su aguda intuición como productora, el desplante ambicioso de en su ágil guitarra y la violencia contenida de un monstruo como Matias Acuña, puede generar cosas monumentales.
Solo 5 canciones (al igual que su predecesor) hacen de nosotros, víctimas energizadas por la hipnosis de Forever Together, la crudeza de Empty Eyes, la progresión explosiva de Erase Me, la avalancha Hardcore Emo de Sick Sad World y la radial muestra de Pop Punk protagonizada por Fade Away. Y en eso de 15 minutos aproximadamente, quedamos (como ocurrió hace 2 años atrás con The Cliff) con ganasde más. Una sacudida que pretendemos repetir una y otra vez sin cesar.
Es evidente que la gira que realizó Slowkiss por parte de la costa oeste de Estados Unidos a principio de año, trajo consigo una ventisca inevitable de creatividad y por sobre todo ganas. El resultado es mas que evidente en Ultraviolet, un trabajo potente y repleto de momentos intensos, aprovechados al cien por ciento. Ahora sólo nos queda esperar lo que se traen entre mano, en este nuevo viaje que el grupo realizó a Estados Unidos con el fin de grabar nuevas sorpresas.
Felipe León