La marca Lollapalooza Chile nuevamente está en marcha, y con la sorpresa de que en su próxima edición 2018 habrá un día extra de música, pasando de dos a tres días lo que durará el festival de Perry Farrell, (Jane’s Addiction). Si bien el festival gira en torno a la música y a la protección del medio ambiente como parte de su contenido, lo que a simple vista es un factor positivo. Este no está exento de críticas debido al alza de sus precios y al público asistente de características ABC1. (por no decir cuicos)
A continuación te dejamos una tabla con los precios de las entradas generales del festival desde el 2011, (primera edición) hasta el valor de las entradas para la versión 2018.
Early Bird | Preventa 1 | Preventa 2 | Preventa 3 | Preventa 4 | Entrada general | |
2011 | x | $55.000 | $68.000 | X | X | $76.000 |
2012 | $30.000 | $60.000 | X | X | X | $75.000 |
2013 | $45.000 | $60.000 | $75.000 | x | x | $90.000 |
2014 | $48.000 | $65.000 | $75.000 | $90.000 | X | $105.000 |
2015 | $55.000 | $75.000 | $87.500 | $97.500 | $110.000 | $125.000 |
2016 | $61.500 | $84.000 | $98.000 | $109.000 | $123.500 | $140.000 |
2017 | $60.000 | $80.000 | $95.000 | $105.000 | x | $125.000 |
2018 | $92.500 | $128.800 | $145.600 | $156.800 | $179.200 | $201.600 |
A estos precios hay que agregar el cargo de servicio de la ticketera (puntoticket)
Si bien el festival en sí no responde a un público en particular, los precios del festival sí lo hacen. El alza de los precios en los conciertos que se desarrollan en Chile no es un tema solamente de Lotus Producciones, productora a cargo de Lollapalooza, sino que a nivel general las productoras han elevado sus precios notoriamente, o por lo menos en cuanto a conciertos grandes se trata funciona de este modo.
Como se puede observar en la tabla adjunta, durante las dos primeras ediciones del festival correspondientes al año 2011 y 2012, el precio de las entradas generales no sobrepasaban los $76.000 (+ cargo por servicio), precio medianamente abordable por (casi) cualquier persona, esto considerando la cantidad de bandas, el renombre de ellas y la duración del festival, un precio justo para muchos. Pero este año las entradas generales tuvieron un valor de $125.000 (con recargo $140.000) lo que produce inevitablemente una cierta baja de personas que anteriormente sí podía pagar los $75.000, pero en las condiciones actuales no (lógica de mercado) esto además considerando que el sueldo mínimo en Chile es de $270.000, dificulta aún más el acceso al festival para una persona promedio, (bendito y maldito crédito para los que estamos en este lado) frente a los que sí pueden acceder al festival de una manera más cómoda, económicamente hablando.
La finalidad de este pequeño artículo no es comenzar un debate ético-moral sobre los precios del festival o que tan cuico es, sino hablar de hechos objetivos como el aumento del valor de las entradas. El alza de los precios, en este caso por parte de Lotus no es un hecho particular tampoco, sino que existen otras productoras que también son reconocidas por sus elevados valores de entradas para conciertos de música. (Así es DG Medios, los miramos a ustedes) Si bien Lollapalooza carga un estigma social por ser un festival cuico, y efectivamente lo es, la discusión queda en eso, entre los cuicos y los pobres, cuando el foco debería ser la problematización de pagar entradas de tan alto valor a productoras como Lotus Producciones o DG Medios entre otras. Lollapalooza es un festival originario de EEUU, pero el público asistente no lo es y con ello tampoco sus billeteras. Al fin y al cabo un negocio más.
Bryan Sepúlveda.