Ya pasando la mitad de año, muchos son los álbumes que se han lanzado . Desde regresos hasta debut, estos son algunos de los trabajos de julio que destacamos en Expectador.
Snail Mail – Habit Ep
Sin divulgar demasiado su escencia Lo-fi creativa, ni vendiendose a la comnstante de quien suena con menor fidelidad, los jovenes de Snail Mail lanzaron una primera impresión a puro corazón y emotiva distorsión. Canciones como Static Buzz, Stick o la misma Habit suenan tan bien compuestas y ejecutadas, que parece imposible no darse una y otra vuelta por el Ep.
Brightness – Teething
Los terrenos del Indie parecen tan removidos de su propuesta original, que bandas como Brightness suelen traer de vuelta las cosas a su (des)equilibrio. Este debut resulto tan liberador para el baterista australiano Alex Knight (músico que había tocado toda su vida para otros) que las canciones parecen ser un torbellino de satisfacción. Y los temas se sienten tan bien, que Teething es de escucha obligada para esta temporada.
Benjamín Walker – Brotes
Desde su aclamado debut Felicidad del año 2014, que muchas fichas estaban puestas en lo que podía hacer Benjamin Walker. El tiempo pasó y finalmente Brotes se presenta como una transición madura y sintonizada de sus composiciones. Florece como un todo, dejando en claro que lo colectivo va de la mano de esas ganas por progresar constantemente. Una parrilla de muy buenas canciones, hacen de este disco uno de los destacados nacionales del año.
Arcade Fire – Everything Now
4 años bastaron para que los Canadienses lanzarán el sucesor del ambicioso Reflektor. Y si bien Everything Now no es su obra cumbre (dicho y hecho que ya la tienen y por partida doble) viene a ser un aire de rejuvenecimiento y nuevos horizontes. No suena a ningún otro trabajo de la banda pero suena muy a ellos, una cualidad que ya quisieran muchos de sus contemporáneos. El grupo está jugando a hacer las cosas de manera más natural y no hay nada más honesto que toparse con canciones como Electric Blue.
Nine Inch Nails – Add Violence Ep
Tal vez la gran revelación llegue con el tercer ep que venga a terminar la trilogía, puesto que Add Violence (al igual que el anterior) nos ha traído caos y un sin fin de canciones coherentes consigo mismas. Variadas capas de sonidos sintetizados con una cuota un tanto menos violenta pero distorsionada en armonías y experimentos, hacen de este trabajo una laguna de ideas industriales y al borde del colapso. Classic Reznor.
Lana del Rey – Lust for life
A pesar de que la artista se haya aventurado en diversas áreas de la música y estética, el hito que significó Born to die persiste. Sin duda es atractivo ver el camino por el cual ha transitado, más aún si 5 años después vuelca todas sus energías en concebir una obra bastante provocadora y evocadora como lo es Lust For Life. Así como impregna su album de ese aura musical y estético de los 50’s y 60’s, también posiciona una mirada más política a sus letras, todo sin perder ese toque mágico que hoy la tiene en un sitial exclusivo.
Cornelius – Mellow Waves
En la primera canción ya queda establecida la ruta que navegaremos: oscilaciones agradables entre el jazz, el ambient, lounge y rock, edulcorado con un poco en pop ¿porqué no?. La voz de Cornelius transmite ternura, y la mezcla de sonidos resulta impecablemente trabajada y muy entretenida. Las cuerdas de guitarra nadan perfectamente sincronizadas con las bases rítmicas. Ojo (más precisamente oídos) a ese efecto de sintetizador vibrando por el océano de extremo a extremo, hundirse con buenos audífonos se vuelve una delicia.
Entrando a las 3/4 partes del disco puede que se extrañe una tormenta, un cambio de ritmo explosivo, pero Cornelius, cual tierno Poseidón, controla el mar a su gusto y no abandona su idea. Mis agradecimientos al amigo japo Cornelius por permitirme viajar en estas olas suaves y melosas.
Tyler, The Creator – Flower Boy
Aquí vemos a un Tyler, The Creator mucho más abierto a expresar sus heridas y complejos más íntimos. ¿El resultado? Un trabajo tan profundo como potente, sin restar méritos al siempre ácido humor que el rapero introduce en sus canciones. No es Frank Ocean pero muestra que parte de la generación está forjando trabajos dignos de cualquier lista y lugar en las colecciones personales alrededor del mundo.
Toro y Moi – Boo Boo
La gracia de un músico como Toro y Moi es la constante reinvención que sufren sus trabajos. Desde ritmos más bailables hasta pegajosas muestras de Funk y sicodelia, variadas influencias que sirven como puente a la músicalizacion de su estado de ánimo. Boo Boo es aparentemente una catarsis y viene a mostrarnos su faceta más personal. Bastante atmosférico, vuelve en sí a sus pasos anteriores, derramando un trabajo sólido y bastante interesante
Broken Social Scene – Hug of Thunder
El colectivo canadiense dejó su hiatus y volvió al ruedo luego de los ataques terroristas del 2015 en París. Y la urgencia destacó en un puñado de canciones salvajes, pero sobre todo hermosas. Hug of Thunder nos ofrece no solamente su mejor trabajo a la fecha (peleando el puesto con su anterior placa), si no también una revisión a los días gloriosos del Indie de la década pasada. Himnos nada maqueteados, Broken Social Scene vuelve a darnos una declaración de principios de pies a cabeza.
Jay Z – 4:44
Jay Z tiene discos buenos y malos. Este es uno de los buenos. Una apología descargada a la reflexión, el perdón, la culpa y agradablemente a las raíces más callejeras de la música negra; eso sí de años anteriores al Rap. Bases lentas y un tanto oscuras, acompañadas por el sigiloso uso del sampler y algo de Jazz, porque no. Suena diferente a lo hecho antes por el rapero, muy renovado y sobre todo, trae grandes canciones como The Story of OJ, Moonlight o la que da nombre al disco.
Adolescentes sin edad Ep
Los chicos de Adolescentes sin edad vinieron adelantando de a poco lo que sería su Ep debut. Canciones como En su volá y Sueños nos mostraron en esencia la dirección musical que impregnaria su trabajo, el que acabo abordando un Dream Pop en clave New Wave sediento de atracción y vitalidad. La banda de Concepción ha sido una de las buenas revelaciones en la escena nacional, así que ojo y oreja con lo que puedan lograr.
Japanese Breakfast – Soft Sounds from Another Planet
Desde su irrupción el año 2016 con Psychopomp, bajo el nombre de Japanese Breakfast, Michelle Zauner ha conseguido gestionar una cualidad única a la hora de crear música. Su inspiración para este trabajo viene del universo, el cosmos y todo lo ligado al lugar que ocupa el ser humano y el planeta. Un esfuerzo tremendo por parte de la artista, para dar con el clavo y así crear canciones que van desde la sonoridad distorsionada de las explosiones galácticas, a través de la guitarra y el sonido íntimo del silencio. Toda una aventura, búsqueda y reflexión, bajo la mirada aguda de una Michelle en ascenso.
Felipe León
Ernesto Caquisani