Escrito por Juan Pablo “Jota” Ossandón
Disco de la semana
Partiré este escrito con una idea que escuché en el listening party que hizo Recrucide de Terahate. Surgió la interrogante sobre el porqué el largo tiempo que pasó para lanzar el LP y si es que la pandemia tuvo algo que ver con eso, algo a lo que Rodrigo Alpe –uno de los guitarristas del cuarteto– respondió que básicamente el impacto que tuvo la pandemia les forzó a repensar el álbum. ¿Cómo no iba a hacerlo? Si justamente cuando “estaban ingresando al estudio”, el COVID-19 hizo lo suyo y no pudieron seguir con sus planes originales, tal y cómo comentó Rodrigo Zepeda, voz y bajo de Recrucide.
De lo dicho anteriormente surge la premisa de la reinvención, un concepto que suele considerarse como el ideal a seguir en el mundo de la música y el arte, y que, en el caso de Recrucide, ha sido una constante y un principio fundamental durante toda su carrera. El asunto es que, en Terahate, hasta dicho término recibió una nueva lectura puesto que es distinto hablar de un disco que está listo y se graba, a uno que estaba listo, pero se hizo de nuevo prácticamente desde 0. Las condiciones cambiaron, los procesos mentales tomaron otros cursos, la retrospección e introspección se hicieron con el día a día y las ideas fluyeron en otros sentidos.
Ya en este punto, es un agrado inmenso decir que los cinco largos años que tuvieron que pasar desde The Cycle (2017) valieron totalmente la pena. Sí, y es que en Recrucide se encargaron de brindarnos un trabajo sumamente inspirado, con un festín de ideas variopintas que suenan directo al grano. Todo esto, canalizado por el retrato de la ineludible crisis existencial al que como personas tenemos que enfrentar, lo que en cada track resuena desde las propias vísceras emocionales, allí donde yacen la rabia y el sufrimiento en su estado más prístino.
No por nada la configuración de Terahate es caótica y al mismo tiempo, armónica. Si lo pensamos, al escuchar cada canción es visible que, como siempre, el death metal es el punto de convergencia de distintas ideas y sonidos que se entrelazan de distintas formas. A fin de cuentas, hablamos desde una presencia importante del industrial –visible en temas como Error y Lifeless– en donde el uso de synths prolifera por entregar una abrumadora sensación de urgencia que brilla por sus decibeles agitados, hasta la presencia de un black metal atronador y grandilocuente –como en Oscurum– que dinamiza el flujo de un álbum que es peligrosamente adictivo.
Es sumamente importante entender que Terahate es un disco de contrastes desafiantes que, de todas formas, persiguen un curso claro. De ahí que las ideas e influencias generan matices que hacen de la escucha una experiencia estimulante, en la que el paso del tiempo pareciera ser fútil ante el paso de elementos como el thrash metal –como en Sickness– o el filamento progresivo que se aprecia en el ADN artístico de este LP a un nivel transversal. Así sean las ideas que saca Hernán Muñoz (guitarrista y fundador) una y otra vez, o bien la presencia importante de Guillermo Pereira en el proceso creativo como un baterista audaz.
Si tuviera que ponerlo en simple, Recrucide siempre se ha destacado por hacer de lo complejo algo simple y directo, y considerando todos los elementos ya mencionados anteriormente, Terahate es uno de los ejemplos que mejor retrata ello. Un discazo.
Escucha Terahate
Interpretado por Recrucide
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TERAHATE fue registrado por Francisco Arenas y Erick Martínez en dos etapas de grabación independientes. La mezcla y masterización digital del disco, estuvieron a cargo de Erick Martínez en los Estudios Orange, en Santiago de Chile, durante el primer semestre de 2022; mientras la masterización para el formato vinilo estuvo a cargo de Jens Bogren en sus estudios Fascination Street, en Suecia durante julio de 2022.